El trastorno del espectro autista anteriormente llamado autismo infantil, es un problema grave del desarrollo que habitualmente se hace evidente durante el primer año de vida del niño. Los padres pronto comienzan a notar que su hijo no se desarrolla como otros, se dan cuenta de que existe un retraso importante en el desarrollo del lenguaje y en la interacción social. Un niño con autismo no suele responder a su nombre, no sonríe ante la presencia de sus familiares y parece no percatarse de lo que sucede alrededor.
¿Cuándo se sospecha la presencia del trastorno del espectro autista?
Si su hijo presenta algunos de los síntomas abajo mencionados podría sufrir trastorno del espectro autista y sería conveniente una valoración psiquiátrica. Es necesario resaltar que existen formas “leves” de autismo que también requieren atención profesional.
- Existe ausencia o dificultad para el desarrollo de comportamientos que tiene relación con la interacción social, por ejemplo no existe contacto ocular, no hay expresión facial, no hay gestos o posturas corporales que son esenciales para la interacción social.
- Existe incapacidad para establecer relaciones con compañeros (por ejemplo, su hijo no hace amigos o no juega con otros niños).
- Dificultad para compartir con otros niños intereses y pasatiempos. Los niños con autismo tiene su propia manera de jugar y ésta no es compartida. Por lo general no “imitan” en el juego (por ejemplo, toma un carro de juguete y en vez de arrastrarlo y simular que es un automóvil, lo voltean y empiezan a hacer girar sus llantas).
- Tiene reacciones inesperadas antes estímulos habituales. Por ejemplo, no voltea al escuchar su nombre o grita sin motivo.
- Existe un problema importante en el desarrollo del lenguaje, no habla o no es capaz de construir frases. Algunos niños solo imitan sonidos o repiten palabras pero sin la finalidad de comunicarse. En caso de que exista cierto grado de desarrollo del lenguaje (por ejemplo, que exista el dominio de cierto número de palabras), aun así el niño es incapaz de mantener una conversación.
- Tiene comportamientos que son repetitivos y aparentemente sin sentido. Puede tener movimientos corporales (sacudir o girar las manos o los dedos) de manera repetitiva.
- Sus intereses son pocos pero algunos objetos cotidianos pueden absorber su atención y puede pasar horas interesado en ellos. Algunos niños pueden interesarse solamente en partes de objetos. Por ejemplo, algunos niños pueden pasar horas interesados en los pétalos de una flor.
¿Quién debe realizar el diagnóstico?
El diagnóstico lo puede realizar cualquier médico con experiencia en los trastornos mentales de le infancia (puede ser un psiquiatra, psiquiatra infantil, neurólogo o pediatra). Contrario a lo que muchos creen, no es necesario realizar un electroencefalograma ni ningún otro estudio del cerebro para confirmar el diagnóstico. El electroencefalograma por lo general es un estudio que se solicita para apoyar el diagnóstico de epilepsia.
¿Cuál es el tratamiento para el trastorno del espectro autista?
No existe un tratamiento que cure el autismo. Por lo general el tratamiento está encaminado a mejorar los síntomas e incrementar las habilidades sociales. Cada paciente debe recibir un tratamiento diseñado de acuerdo a sus necesidades, para esto se toma en cuenta la gravedad de los síntomas, la edad del niño y el grado de discapacidad.
La mayoría de los programas de tratamiento suelen incluir elementos de terapia conductual, entrenamiento de habilidades sociales, estimulación múltiple temprana, terapia del lenguaje y educación especial. En algunos casos es necesario el uso de medicamentos, principalmente cuando existe impulsividad, agresividad o síntomas de TDAH.
Para saber más sobre el trastorno del espectro autista escucha este programa de radio con la participación del Dr. Mauricio Leija.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
Existe un trastorno similar al autismo llamado síndrome ó trastorno de Asperger, el cual comparte muchas características con el autismo, pero el lenguaje y la comunicación tienen un nivel desarrollo aparentemente normal para la edad.
Usted puede sospechar que su hijo padece el trastorno de Asperger si presenta algunas de las características ya mencionadas del autismo con excepción de que el desarrollo del lenguaje es aparentemente normal (por ejemplo, un niño de cuatro años ya tiene un vocabulario amplio, conoce el significado de las palabras y construye frases gramaticalmente correctas). Sin embargo la presencia de dicho trastorno genera dificultades en la comunicación de los niños, lo cual a veces se hace evidentes hasta la pubertad.
A los niños con trastorno de Asperger les cuesta trabajo entender lo que otros han tratado de decir, no son capaces de deducir que algunas personas dicen más cosas de lo que expresan con palabras. No son capaces de entender las sutilezas del lenguaje, el doble sentido ni el sarcasmo (se espera que un niño de 8 años ya sea capaz de entender estos aspectos de la comunicación). Esto les genera muchos problemas con sus compañeros quienes suelen considerarlos “raros” o “extraños”. También en casa son frecuentes los problemas para que el niño o adolescente entienda lo que se le pide. Por ejemplo, supongamos que un niño de diez años tiene asignada la tarea de sacar la basura de su casa; si su madre le dice “la basura empieza a oler” no es capaz de entender que el mensaje real es “¡saca la basura!”
El tratamiento del trastorno de Asperger se enfoca en la psicoterapia encaminada al desarrollo de habilidades sociales.
Para saber más sobre el Síndrome de Asperger ve este programa de televisión con la participación del Dr. Mauricio Leija.