El trastorno depresivo mayor o simplemente “la depresión” es un padecimiento psiquiátrico que aqueja a un gran porcentaje de la población. La Organización Mundial de la Salud afirma que para el año 2020 la depresión será la segunda causa de incapacidad en el mundo. Los niños y adolescentes no se encuentran exentos de padecer este trastorno.  La consecuencia más lamentable de la depresión es el suicidio y recientemente hemos sido testigos del incremento en la tasa de suicidios en niños y adolescentes.

¿Cuándo se sospecha la presencia de depresión en un niño o en un adolescente?

Los síntomas depresivos que presentan los niños y adolescentes son muy similares a los que se presentan en los adultos.

Los padres deben sospechar la presencia de depresión si su hij@ presenta algunos de los siguientes síntomas:

• Tristeza o irritabilidad la mayor parte del tiempo (muchos niños no muestran tristeza, simplemente se muestran molestos, malhumorados o irritables)
• Apatía, aburrimiento o pérdida de interés en las actividades que anteriormente le generaban placer.
• Cambios en el apetito, ya sea un incremento o una disminución del mismo. Esto puede reflejarse en cambios en el peso o bien en la ausencia del crecimiento esperado.
• Alteraciones en el patrón de sueño que puede manifestarse por insomnio o bien incremento en las horas de sueño.
• Sensación de fatiga o cansancio. Algunos niños pueden mostrarse enlentecidos.
• Sentimientos de culpa o reproches.
• Sentimientos de inferioridad o pérdida de la autoestima.
• Pensamientos relacionados con la muerte. Algunos niños pueden manifestar esto en sus dibujos o en lo que escriben.

¿Quién debe realizar el diagnóstico?

El diagnóstico lo puede realizar cualquier médico con experiencia en los trastornos mentales de le infancia (puede ser un psiquiatra, psiquiatra infantil, neurólogo o pediatra). El diagnóstico se basa en la presencia de criterios clínicos. No es necesario realizar un electroencefalograma ni ningún otro estudio del cerebro para confirmar el diagnóstico.

 ¿Cuál es el tratamiento para la depresión?

La depresión suele tratarse con una combinación de fármacos y psicoterapia. Existen antidepresivos que han mostrado su seguridad en la población de niños, se trata de medicamentos no controlados y sin potencial adictivo. Las metas del tratamiento son mejorar los síntomas y disminuir el riesgo de suicidio. Algunos niños con depresión grave pueden presentar alucinaciones y los pensamientos suicidas pueden ser muy intensos. En algunos casos es necesaria la hospitalización con el fin de preservar la integridad del paciente. El tratamiento debe incluir siempre una evaluación de la dinámica familiar. Es bien sabido que la depresión en los padres se refleja en sus hijos, sería inútil tratar a un chico con depresión sin ayudar a sus padres a superar este trastorno.

Para saber más sobre la depresión infantil escucha este programa de radio con la participación del Dr. Mauricio Leija.